miércoles, 20 de junio de 2012

Homenaje al patriota Manuel Belgrano


En el monumento General Belgrano, sito en Av. Belgrano y Corrientes, de la ciudad de Santa Rosa (La Pampa) se llevó a cabo el acto recordatorio del bicentenario de la creación de la bandera argentina y otro aniversario de la muerte del Dr. Manuel Belgrano. Concurrieron autoridades nacionales, provinciales y municpales, docentes y alumnos. El intendente de Santa Rosa, Dr. Luis Larrañaga se dirigió a los presentes con estas palabras:

Desde la infancia nos identificamos con los símbolos patrios. Los colores "celeste y blanco" que el Dr. Manuel Belgrano eligió para confeccionar la bandera forman parte de nuestros primeros aprendizajes, de los primeros garabatos que hacíamos en el cuaderno escolar. Por eso atribuimos a la enseñanza y a los actos recordatorios del pasado un valor preponderante en nuestra vida social, en nuestra vida pública. Porque cada conmemoración nos relaciona con la historia del país, de la provincia, de la ciudad y, por sobre todo, con nuestros próceres, con nuestros contemporáneos.

Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano estudia en el Colegio de San Carlos y se instruye como abogado en las universidades españolas de Salamanca y Valladolid. De regreso en Buenos Aires trabaja en el Consulado, desde donde fomenta la educación y la capacitación de la gente para que aprendiera oficios y pudiera aplicarlos en beneficio del país. Durante las invasiones inglesas, en 1806,  Belgrano se incorpora a las milicias criollas para defender la ciudad; demostrado de esa manera la predisposición a comprometerse por los destinos de la Patria. Es una figura importante en la Revolución de Mayo e integra la Primera Junta, luego se le encomienda la expedición al Paraguay. Aunque su formación había sido en el campo del Derecho y la Economía, también tuvo destacada actuación en la estrategia militar, triunfando en las batallas de Salta y Tucumán, también condujo el famoso éxodo jujeño para debilitar a las tropas realistas. Belgrano participa activamente en el Congreso de Tucumán, donde se declara nuestra independencia.

Es encomiable su entrega por el bien común, fue un ejercicio constante en su vida. El premio por los triunfos de Salta y Tucumán los destina a la creación de cuatro escuelas en el norte del país, que, lamentablemente, nunca se llegaron a concretar. Le exigirá hasta sus últimos días al Gobierno con el cumplimiento de esa inversión. Belgrano muere el 20 de junio de 1920 en la extrema pobreza y en una ciudad de Buenos Aires asolada por la guerra civil.

Manuel Belgrano fue uno de los más notables economistas de su tiempo, precursor del periodismo nacional, impulsor de la educación popular, la industria nacional y la justicia social. Tales virtudes ameritan que le brindemos a lo largo y a lo ancho de la Argentina este homenaje, que apreciemos en su justa medida y difundamos esta historia de la que ha sido protagonista indiscutido. No cabe duda de que su legado intelectual, su arrojo y valentía, su vocación altruista, deberían ser considerados e instrumentados en la formación de los nuevos cuadros políticos.

Los hombres como Belgrano ―llamados a escribir la historia― siempre se anticiparon a la misma historia, a su tiempo, por eso a veces no fueron comprendidos, pues venían a construir otro destino, a fundar otros horizontes todavía no vislumbrados. Los “dueños del poder” ―como ha sido siempre― se opusieron y los calumniaban o desacreditaban, porque en los sueños de los patriotas de la Revolución estaba presente otra visión del país: una patria solidaria; una patria en que la dirigencia fuera protectora de los derechos de sus ciudadanos, forjadora de un destino común y defensora de la paz.

El historiador Felipe Pigna señala en un artículo del año 2005 que:
"La otra historia ha condenado a Manuel Belgrano a no ser. Belgrano no tiene día en el calendario oficial. El día de su muerte es el Día de la Bandera. Y ya sabemos de la importancia que el símbolo patrio adquiere entre nosotros más allá de los festejos deportivos y las declamaciones patrioteras de ocasión. No nos han enseñado con ejemplos a querer a nuestra Bandera. Ha sido violada y usurpada por los gobiernos genocidas que han hecho abuso de su uso. Hay que recuperarla para nosotros, y ésa es una tarea imprescindible pero larga. Mientras tanto, Belgrano sigue sin ser recordado como se merece".

Sin embargo, nuestra presidenta, Cristina Fernández, que además de preocuparse y ocuparse en gobernar la Argentina, también le ha dado asidero a todas estas luchas de recuperación de la memoria ―ejemplos son el Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti o el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego―, y que hoy, desde esos espacios, se resignifica un relato que se hallaba postergado, tanto el de los próceres que nunca encajaron en el proyecto oligárquico que postergó y excluyó a las mayorías populares, como así también el de cada uno de los compañeros y compañeras que se comprometieron políticamente para cambiar la vieja matriz conservadora. En ese sentido, el Gobierno Nacional mediante el decreto 292/2011, del 28 de diciembre pasado, declaró al 2012 como el año en que se le brinde homenaje a Manuel Belgrano, quien creó la escarapela, la bandera nacional y fue el organizador de la gesta conocida como "éxodo jujeño"; y hoy estamos cumpliendo con ese alto mandato.

En El Correo de Comercio del 19 de mayo de 1810 se publicaban estas ideas de Manuel Belgrano:
"Por el contrario la unión ha sostenido a las naciones contra los ataques más bien meditados del poder, y las ha elevado al grado de mayor engrandecimiento, hallando por su medio cuantos recursos han necesitado en todas las circunstancias o para sobrellevar sus infortunios, o para aprovecharse de las ventajas que el orden de los acontecimientos les ha presentado.
Ella es la única capaz de sacar a las naciones del estado de opresión en que las ponen sus enemigos, de volverlas a su esplendor y de contenerlas en las orillas del precipicio: infinitos ejemplos nos presenta la historia en comprobación de esto; y así es que los políticos sabios de todas las naciones, siempre han aconsejado a las suyas que sea perpetua la unión, y que exista, del mismo modo, el afecto fraternal entre todos los ciudadanos".

Nosotros, imbuidos con los mismos objetivos y bajo la misma lógica, también reivindicamos a estos patriotas ejemplares; sabemos que sólo podemos garantizar el sostenimiento de este proyecto inclusivo, la ampliación de derechos y la distribución de la riqueza, la libertad de prensa y de opinión, la participación de los jóvenes, "unidos y organizados". Hemos de reiterar en cada acto que organicemos, o que participemos, que vamos a ir replicando cada una de estas acciones y convertirnos, de esa manera, en la herramienta que necesita la política para concretar el destino de la Nación, de la Provincia y de la Ciudad. Esto representa, en definitiva, el progreso y crecimiento de Santa Rosa, el bienestar y mejoramiento de la calidad de vida de cada unos de los vecinos y de las vecinas.

Manuel Belgrano sentenció: "No busco glorias, sino la unión de los americanos y la prosperidad de la Patria"; podríamos parafrasearlo y decir que esta Gestión que conduzco "no busca glorias, sino la unión de los santarroseños y la prosperidad de la ciudad".

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