sábado, 26 de marzo de 2011

Un poco de historia para Pancho Torroba

Como decía Néstor Kirchner respecto a Clarín, de que estaba nervioso, a los sectores antidemocráticos les está pasando lo mismo. Las declaraciones de Mario Llambías en Junín: "quieren remplazar la bandera por un sucio trapo rojo", marcan una distancia con la observación de Martín Buzzi, presidente de la Federación Agraria, de que la SRA y CRA habían no sólo avalado el Golpe Cívico Militar sino que pusieron funcionarios.

Así también son destempladas las apreciaciones del Intendente de Santa Rosa al inaugurar el Monumento a la Memoria, al ratificar la teoría de los dos demonios que, como se sabe, ha quedado caduca, además de convalidarse su interesada aplicación para beneficiar a los genocidas, con el cínico objetivo de equiparar ambas participaciones en el campo político, una de carácter de facto. Es imposible confundir la planificación del terrorismo de Estado con la disposición de sus aparatos represivos, con las acciones de las organizaciones involucradas en la lucha armada para defender a la Patria, muy distante de la idea de "terrorismo". Pero es necesario comprender las diferencias, así como desde el seno del peronismo surgió la Triple A, también los mismos compañeros de la "resistencia peronista" y los militantes organizados la enfrentaron, o cuando el menemismo neoliberal arribó al poder de la mano del justicialismo (en un segundo mandato se sostuvo con los votos de la mayoría de los argentinos y más allá de los partidos), pero, a su vez, muchos gremios y sindicatos -con los trabajadores mancomunados junto a los desocupados y los piqueteros- se opusieron a las políticas capitalistas de los '90, mientras una parte de la población defendía a rajatablas las relaciones carnales, la "tele" de Sofovich y Tinelli, los viajes a Miami y el famoso "1 a 1".

Algunos pretenden borrar de la historia el funcionamiento de la dialéctica; porque en sus livianas alusiones no reconocen los contextos en que se desarrollaron las luchas y el modo en que se resolvieron las mismas, es decir, los anticuerpos que surgieron y actuaron en la disputa de los espacios de poder. Muchos de los voceros que hoy levantan determinadas banderas estaban escondidos o haciendo sus propios negocios empresariales.

Pero volviendo a Francisco Torroba, podemos decir que se encuentra parado sobre una contradicción, porque así como "homenajea" a las víctimas de la dictadura en Santa Rosa, tanto los senadores y diputados de su espacio político se asocian en el Congreso de la Nación con los defensores del proceso; incluso aceptan las directivas del Grupo Clarín, cuyos ejecutivos están bajo investigación judicial por estar implicados en delitos de lesa humanidad (Papel Prensa, la identidad de Felipe y Marcela Noble Herrera, los hijos adoptados de Magnetto: gracias a la intervención de Lilita Carrió).

Así como el peronismo en su fase dialéctica propició su renovación de cuadros y consolidó una tendencia nacional y popular que propulsa políticas acordes a otros gobiernos latinoamericanos, construyendo, de esa manera, los cimientos de la Patria Grande; los radicales ("la boina blanca, símbolo radical, la tenían los que empuñaban un fusil") han sido protagonistas de hechos tan o más violentos (así lo afirma el historiador Marcelo Larraquy) que la Triple A o Montoneros. A las pruebas nos remitimos: la semana trágica, la Unión Democrática, la Revolución Libertadora: donde el dirigente Zavala Ortiz participa del bombardeo del 16 de junio del '55, el Proceso de Reorganización Nacional: continuaron ocupando sus municipios 310 intendentes radicales, la Alianza: con más de 40 ciudadanos asesinados.

Debemos destacar la confusión de Torroba entre "terrorismo de Estado" y terrorismo, y que no puede ni es posible que caratule así a las organizaciones políticas de los '70 bajo dicho rótulo, en ese caso y para que reflexione habría que recordale, más allá de las posturas antagónicas, que reponga la verdadera historia local del radicalismo (Luciano Valencia editó un libro muy interesante) y verá que estuvieron más cerca de los genocidas que cualquier otra fuerza política.

Adenda: la generalización del pretendido fascismo de "La Arena" es un fiasco, no se puede meter a todo el mundo en el mismo barro, también lo decimos para el debate político, en consecuencia es sabido de que hay (y hubo) radicales que sí han defendido con su vida la democracia, pero otros fueron entreguistas como tantos que revestían en los partidos políticos que todos conocemos. Entonces, realizada esta aclaración, no es lo mismo caratular de facho a un sector sin comprender la extracción de sus partes, porque entre los trabajadores del diario reviste uno de los investigadores más serios de la provincia de La Pampa, Norberto Asquini. Por lo tanto, acorde a esa justeza y ecuanimidad que se solicita desde el Frepam -que auspicia a varios blogs oficialistas municipales- quisiéramos leer un comunicado repudiando tales operaciones de prensa que ensucian a todos por igual.

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