miércoles, 24 de febrero de 2010

Verna: dos veces traidor

[Movimiento Evita - La Pampa] Hoy en el Congreso de la Nación los senadores nombraron las nuevas autoridades, y previo acuerdo quedó conformada por el senador bonaerense, José Pampuro, que fue reelecto por unanimidad en la sesión preparatoria como presidente provisional del Senado.
En tanto, el radical pampeano Juan Carlos Marino fue designado nuevo vicepresidente de la Cámara; mientras que el peronista salteño Juan Carlos Romero será el Vicepresidente Primero; y el justicialista por San Juan, José Basualdo, Vicepresidente Segundo.

Cuando los legisladores de la Cámara alta debían decidir la composición y autoridades de las 25 comisiones que componen el Senado, y frente al intento de cogobernar para cooptar todas las medidas del Ejecutivo los senadores del Frente de la Victoria se levantaron de sus bancas y no dieron quórum.

Dos hechos singulares han quedado en claro, ante la ausencia del senador por La Rioja, Carlos Saúl Menen, nunca existió el acta con las 37 firmas que les garantizaba mayoría a la oposición; por lo tanto toda la información difundida y multiplicada por los medios afines fue una flagrante mentira; ese es el estado de situación que nos proponen los defensores de las instituciones.
Y la otra corresponde al plano local, ante la decisión de Verna e Higonet de sumarse a la jugada errónea de los opositores quedaron más que pedaleando en el aire. La pregunta es de qué se van a disfrazar cuando regresen a la provincia los dos traidores del peronismo y tengan que rendirle cuentas a los afiliados.

Consideramos que en las condiciones actuales, y como viene afectando la crisis en el resto del mundo, los trabajadores no querrán volver a perder posiciones en la disputa por el salario y mucho menos las condiciones cada más ventajosas de trabajo. El ejemplo más claro que se contrapone a esta situación es cuando el senador Verna tranzó durante la presidencia del inútil de la Rúa y avaló la Ley de flexibilización laboral (la famosa compra de voluntades a través de la Banelco de Flamarique); y de nuevo lo hizo ahora, fue en contra de las políticas populares, en connivencia con la senadora Higonet, negoció liderar una comisión y, además, se sumó al grupo que defiende los intereses económicos de las corporaciones.
Ya lo hemos dicho, que se atenga a las consecuencias por sus especulaciones; a mediados del 2008 abandonó a su suerte al Partido Justicialista y no asumió la responsabilidad política cuando destituyeron al ex-intendente Tierno; en consecuencia no tiene autoridad moral para señalar ni conducir a nadie. Es hora de que se funde su partido propio, el de la "financiera Verna", y se vaya; es indigno de la memoria de Juan Domingo Perón y Evita, y más todavía de cada uno de los compañeros que dieron la vida por el peronismo.

Verna guardó silencio respecto al caso Redrado y cuando las organizaciones sociales le pidieron que se expida, pero su actitud es tal cual lo advertía nuestra compañera Evita: "la traición anida en la sombra". El senador sólo opinó cuando creía que la Unión Democrática Siglo XXI tenía a todos los pingos en la cancha, pero como la única verdad es la realidad, el cálculo les falló e hicieron un grotesco; es que el padre putativo del neoliberalismo no arribó nunca a Buenos Aires.

Tanto el Ing. Carlos Alberto Verna como la Ing. María de los Ángeles Higonet, no se deben olvidar lo que sentenciara nuestra capitana: "sobre las cenizas de los traidores construiremos la Patria de los humildes".

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