domingo, 28 de febrero de 2010

El proyecto HAARP: Máquinas para modificar y controlar el tiempo

¿LA TIERRA EN PELIGRO? - José Tous Borrás

Artículo de junio de 2003. Recuperado en enero de 2010

Quizás a algunos no les suenen estas siglas, pero pertenecen a un misterioso proyecto de la Fuerza Aérea norteamericana cuyas siglas HAARP, High Frequency Advanced Auroral Research Project. Traducido al español sería, Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia. En unas instalaciones militares situadas en Gakona, Alaska, se está desarrollando un misterioso proyecto el cual consiste en 180 antenas que funcionando en conjunto será como una sola antena que emitirá 1 GW =1.000.000.000 W, es decir un billón de ondas de radio de alta frecuencia las cuales penetran en la atmósfera inferior e interactúan con la corriente de los elecrojets aureales.

En este sentido debemos reseñar que la tierra se encuentra envuelta y protegida por la atmósfera. La troposfera se extiende desde la superficie terrestre hasta unos 16 km de altura. La estratosfera, con su capa de ozono, se sitúa entre los 16 y 48 km de altura. Más allá de los 48 km tenemos la ionosfera que llega hasta los 350 km de altura. Los cinturones de Van Allen se sitúan a distancias superiores y tienden a captar las partículas energéticas que tratan de irrumpir en la tierra desde el espacio exterior.

En este sentido el proyecto HAARP es uno de tantos que lleva a cabo la Marina y la Fuerza Aérea de EEUU. Otros proyectos militares implicaban o han implicado el estudio de la ionosfera, la alta atmósfera y el uso de satélites espaciales con fines más o menos singulares, vendiéndose su utilización con fines, principalmente, no bélicos. Por citar algunos otros, tenemos:

Project Starfish (1962) Se trataba de realizar experimentos en la ionosfera, alterar las formas y la intensidad de los cinturones de Van Allen, etc.

SPS - Solar Power Satellite Project (1968). Proyecto por el cual se quería generar una constelación de satélites geostacionarios capaz de interceptar la radiación solar y transmitirla en rayos concentrados de microondas a la tierra para su uso posterior.

SPS Military Implications (1978). El proyecto SPS se rehizo para adaptarlo a fines militares. La constelación de satélites podría usar y concentrar la radiación solar para ser usada como un rayo capaz de destruir misiles u objetos enemigos, alterar las comunicaciones que utilizarán la ionosfera como pantalla reflectora, etc…

Y más experimentos donde la alteración local de la capa de la alta atmósfera, combinada con la existencia de multitud de satélites ha sido el objeto fundamental de los experimentos. Todos ellos vendidos al gran público como proyectos para realizar estudios, comprender, mejorar nuestro conocimiento de la física de la alta atmósfera. Incluso, han aparecido mensajes de la administración donde se hablaba de incrementar el nivel de ozono estratosférico y realizar estudios del impacto del cambio climático en nuestro mundo.

Antenas del proyecto HAARP en Gakona, Alaska

Por lo tanto, HAARP es uno más de estos proyectos militares llevados a cabo por la Defensa americana. Volvamos a lo que conocemos de este proyecto.
Los pulsos emitidos artificialmente estimulan a la ionosfera creando ondas que pueden recorrer grandes distancias a través de la atmósfera inferior y penetran dentro de la tierra para encontrar depósitos de mísiles, túneles subterráneos, o comunicarse con submarinos sumergidos, entre muchas otras aplicaciones.

¿Qué es el Electrojet?. Hay una electricidad flotando sobre la Tierra llamada electrojet aureal, al depositar energía en ella se cambia el medio, cambiando la corriente y generando ondas LF (Low Frecuency) y VLF (Very Low Frecuency). HAARP tiene la intención de acercar el electrojet a la Tierra con el objetivo de aprovecharlo en una gran estación generadora.

HAARP enviará haces de radiofrecuencia dentro de la ionosfera, los electrojet afectan al clima global, algunas veces durante una tormenta eléctrica llegan a tocar la Tierra, afectando a las comunicaciones por cables telefónicos y eléctricos, la interrupción de suministros eléctricos e incluso alteraciones en el estado del ser humano.
El HAARP actuaría como un gran calentador ionosférico, el más potente del mundo. En este sentido podría tratarse de la más sofisticada arma geofísica construida por el hombre.

Vista parcial de las instalaciones HAARP en Alaska

¿Un proyecto con intención de manipular el mundo?
Hasta aquí hemos descrito la parte "oficial" de la cuestión, pero ¿por qué hay quien cree que detrás de HAARP se oculta algo más?, ¿extraños experimentos de modificación del clima, de control de la mente y de producir incluso terremotos?.
Ciertamente algo de base científica asoma en todo este asunto, HAARP con sus cientos de millones de vatios de potencia y antenas se puede considerar como un verdadero "calefactor" de la alta atmósfera, provocando una tremenda ionización que puede acarrear consecuencias imprevisibles, y que gracias a su efecto "espejo" podría dirigir sus efectos hacia cualquier zona del planeta. Estaríamos hablando de un nuevo tipo de arma, capaz de intensificar tormentas, prolongar sequías, sobre territorio de un supuesto enemigo, y perjudicándolo sin que este se diera cuenta sin mas … ¿ficción?.

El proyecto es tan controvertido como peligroso. Sus defensores aducen un sinfín de ventajas de carácter científico, geofísico y militar, pero sus detractores están convencidos de que podrían tener consecuencias catastróficas para nuestro planeta, desde arriesgadas modificaciones en la ionosfera, hasta la manipulación de la mente humana.

El científico Nick Begich junto a la periodista Jeanne Manning realizaron una profunda investigación sobre le tema fruto del cual vio la luz el libro "Angels don't play this harp" (Los ángeles no tocan esta arpa), en el que ambos autores plantean inquietantes hipótesis, una de ellas es que de ponerse en marcha dicho proyecto podría tener peores consecuencias que las pruebas nucleares.

De acuerdo con la Dra. Rosalie Bertell, HAARP forma parte de un sistema integrado de armamentos, que tiene consecuencias ecológicas potencialmente devastadoras.

"Se relaciona con cincuenta años de programas intensos y crecientemente destructivos para comprender y controlar la atmósfera superior. Sería precipitado no asociar HAARP con la construcción del laboratorio espacial que está siendo planeado separadamente por los Estados Unidos. HAARP es parte integral de una larga historia de investigación y desarrollo espacial de naturaleza militar deliberada. Las implicaciones militares de la combinación de estos proyectos son alarmantes… La capacidad de la combinación HAARP/Spacelab/cohete espacial de producir cantidades muy grandes de energía, comparable a una bomba atómica, en cualquier parte de la tierra por medio de haces de láser y partículas, es aterradora. El proyecto será probablemente 'vendido' al público como un escudo espacial contra la entrada de armas al territorio nacional o, para los más ingenuos, como un sistema para reparar la capa de ozono".

Fuera de la manipulación climática, HAARP tiene una serie de otros usos relacionados: "HAARP podría contribuir a cambiar el clima bombardeando intensivamente la atmósfera con rayos de alta frecuencia. Convirtiendo las ondas de baja frecuencia en alta intensidad podría también afectar a los cerebros humanos, y no se puede excluir que tenga efectos tectónicos".


Así pretenden manipular el clima
Por si fuera poco, a la posible manipulación de las mentes humanas y las modificaciones en la ionosfera habría que sumar nuevos efectos negativos. El propio creador del calentador ionosférico del proyecto HAARP, Bernard Eastlund, asegura que su invento podría, también, controlar el clima. Una afirmación que ha llevado a Begich a concluir que si el HAARP operase al cien por cien podría crear anomalías climatológicas sobre ambos hemisferios terrestres, siguiendo la teoría de la resonancia tan empleada por el genial Nikola Tesla en sus inventos. Un cambio climatológico en un hemisferio desencadenaría otro cambio en el otro hemisferio. Una posibilidad que no se debe descartar, sobre todo a tenor de las opiniones de científicos de la Universidad de Stanford, que aseguran que el clima mundial podría ser controlado mediante la transmisión de señales de radio relativamente pequeñas, a los cinturones de Van Allen. Por resonancia, pequeñas señales activadoras pueden controlar energías enormes.


Esquema de la utilización de la ionosfera como parte re emisora de rayos energéticos emitidos desde tierra

La evidencia científica reciente sugiere que el HAARP está en funcionamiento y que tiene la capacidad potencial de desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos. Desde un punto de vista militar, HAARP es un arma de destrucción masiva. Potencialmente, constituye un instrumento de conquista capaz de desestabilizar selectivamente los sistemas agrícolas y ecológicos de regiones enteras.


¿Cómo se alteraría el clima con este proyecto?
Se ha sugerido en diversos trabajos científicos que los vientos de la alta atmósfera (sobre los 50 km de altura) juegan un papel importante en el chorro, que a su vez controla las estructuras de tiempo en superficie. Otros autores han estudiado el "auroreal electrojet", y han encontrado que existe una relación muy estrecha con los vientos a 80 km de altura. Por lo tanto los sistemas Electromet-vientos troposféricos están, aparentemente, correlacionados.

Uno de los objetivos del HAARP es modular las corrientes del electrojet y así afectar a la intensidad y dirección de los vientos zonales y del chorro.
Por otra parte, el poder “calentar” ciertas zonas hostiles del globo podría generar las condiciones meteorológicas para producir sequías.

Deberemos estar pendientes de este proyecto enigmático. Se preveé que en Groenlandia y Noruega se instalen o se hayan instalado nuevas antenas dentro del proyecto HAARP. En otras islas del Pacífico se supone que se han instalado otras tantas antenas del proyecto HAARP.

Las primeras pruebas operativas se esperan que se realicen en el 2003.

¿Estaremos viviendo el comienzo de una nueva era de armas geofísicas capaces de modificar el clima a escala local y ser empleadas contra países hostiles?


¿Quien fue Nikola Tesla?
Para terminar, no queremos olvidarnos de este inventor de nuestro tiempo que, directa o indirectamente, está relacionado con el HAARP.
Nikola Tesla fue uno de los sabios menos conocidos de nuestra época. Nació en Croacia (1856) y murió en Nueva York (1943). Tesla fue ante todo un inventor. Inventó la corriente alterna y el motor de inducción electromagnética, turbinas muy eficientes, etc.. Algunos le atribuyen la invención de la radio, pero su idea, según parece, se la tomaron Marconi y Edison. Tesla fue experto en termodinámica, energía solar, rayos X y cósmicos, etc.
Inventó un sistema de transmisión de energía inalámbrica: transmitir energía sin medio físico. Consiguió encender a un conjunto de lámparas de 50 vatios a 40 km de distancia y lanzó la idea de poder concentrar y transmitir energía a grandes distancias. Tesla fue un visionario y adelantado de su tiempo ya que pronosticó la invención de la televisión, potenciales usos de satélites venideros y el posible uso de máquinas del tiempo capaz de controlarlo a grandes distancias (¡antes de 1910!).
El proyecto HAARP parte de la idea originaria de Tesla: poder transmitir potentes ondas electromagnéticas que se puedan reflejarse en la ionosfera y así alcanzar grandes distancias.


Palabras clave. Modificación del tiempo, ionosfera, proyecto militar
El proyecto HAARP, del inglés High Frequency Active Auroral Research Program (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia), es un proyecto que financian las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos y la Universidad de Alaska para simular y controlar los procesos de la ionosfera, se fraguó en los años 80 y empezó a tomar forma en la década de los 90 como consecuencia de un proyecto similar denominado ROTHR El Radar Relocalizable Sobre el Horizonte (ROTHR, por sus siglas en inglés) que se inicio en los 70, la finalidad de este último proyecto era detectar movimientos más allá del horizonte ya que debido a la curvatura de la superficie del planeta los radares convencionales no pueden detectar objetos que se esconden tras el horizonte. Los ROTHR para poder hacer éste tipo de detección utilizan la ionosfera como espejo para reflejar impulsos electromagnéticos que de otra manera no llegarían más allá del horizonte, el ROTHR se diseño para detectar misiles y aviones de gran tamaño en la época de la guerra fría.

A raíz de este proyecto se desarrollo el HAARP un proyecto muy discutido y peligroso el cual se basa en el aprovechamiento del gas natural infrautilizado en Alaska, de forma que pudiera dar la suficiente energía para alimentar el mayor calentador ionosférico de la tierra. Este calentador se encargaría de lanzar haces de energía electromagnéticos (ondas de baja frecuencia) a la ionosfera, para que al colisionar con las capas altas de la atmósfera provocar un espejo energético. Es decir, una manipulación de la atmósfera en toda regla, este proyecto puede distorsionar la ionosfera de ahí su peligrosidad para fines militares, podría desviar aviones, misiles, provocar lluvias radioactivas, cambiar o desplazar la ionosfera, provocar un caos en las comunicaciones mundiales, modificar la absorción de los rayos solares , aumentar las concentraciones de ozono y nitrógeno, afectar muy negativamente a las personas, manipular gravemente sus cerebros , y un perfecto sustituto de las bombas nucleares ya que no destruiría nada el principal inconveniente de las armas actuales, o sea un arma limpia, que les permitiría dominar le mundo a su antojo.

El HAARP está operativo desde principios de los 90’. El sistema de antenas se basó inicialmente en tecnología patentada por Advanced Power Technologies Inc. (APTI), una subsidiaria de Atlantic Ritchfield Corporation (ARCO). La primera fase de HAARP Ionosfheric Research Instrument (IRI) fue completada por APTI. El sistema IRI de antenas fue instalada en 1992 por una subsidiaria de British Aerospace Systems (BAES) usando la patente de APTI. Las antenas irradian hacia el espacio exterior usando un equipo de transmisores de alta frecuencia.

En 1994 ARCO vendió su subsidiaria APTI, junto con las patentes, a E-Systems, una supersecreta empresa de equipamientos militares High Tech íntima de la CIA (www.crystalinks.com/haarp.html).
E-Systems se especializa en la producción de equipos electrónicos para uso militar, de navegación y de reconocimiento, incluidos “sofisticados equipos de espionaje”. Es uno de los más grandes contratistas del mundo en ese segmento de equipos para la inteligencia, estrechamente relacionado con la CIA y organismos parecidos. Vende a éstos aparatos por unos 1.800 millones de dólares anuales, de los cuáles unos 800 millones son para proyectos tan secretos que ni el Congreso de los Estados Unidos sabe en qué se gasta ese dinero (www.earthpulse.com/haarp/vandalism.html)
Participó en la provisión y equipamiento del Doomsday Plan (el sistema que permite al Presidente manejar la guerra nuclear) y la operación Tormenta del Desierto (www.princetonreview.com).
Con la compra de APTI, E-Systems adquirió la estratégica tecnología de la guerra climática la cual incluye la patente 4.686.605 “Bernard J. Eastlund’s” titulada “Métodos y Aparatos para alterar una región de la atmósfera, la ionosfera y la magnetosfera terrestre”.
No está demás consignar que las Eastlund/APTI patentes están basadas en las investigaciones del científico yugoslavo Nicolás Tesla, muchas de cuyas ideas fueron robadas por las corporaciones norteamericanas (ver Scout Gilbert www.globalresearch.ca/articles/gil401A.
Apenas un año después de la compra de E-Systems de la tecnología de la guerra climática de APTI, E-Systems fue comprada por Raytheon, el cuarto más grande contratista de la industria militar estadounidense. Con esta adquisición Raytheon se convirtió en el más grande fabricante de equipos electrónicos de guerra del mundo.
Y, mientras ARCO vendía su subsidiaria APTI a E-Systems, ella misma era adquirida por el matrimonio integrado por la BRITISH PETROLEUM-AMOCO OIL COMPANY USA, uno los cuatro más grandes superconsorcios petroleros energéticos del mundo.
De tal modo, Raytheon, a través de su subsidiaria E-Systems es ahora la propietaria de las patentes para la guerra climática. También tiene que ver con otras investigaciones para uso militar como las actividades que desarrolla una de sus subsidiarias en la Antártica: Raytheon Polar Services.
El sistema fue terminado de instalar en Abril de 2004. Consiste en 180 antenas más un conjunto de transmisores de alta frecuencia.

El científico Nick Begich junto a la periodista Jeanne Manning realizaron una pro-funda investigación sobre el tema fruto del cual vio la luz el libro “Angels don’t play this harp” (Los ángeles no tocan esta arpa), en el que ambos autores plantean inquietantes hipótesis, una de ellas es que de ponerse en marcha dicho proyecto podría tener peores consecuencias que las pruebas nucleares.
De acuerdo con la Dra. Rosalie Bertell, HAARP forma parte de un sistema integrado de armamentos, que tiene consecuencias ecológicas potencialmente devastadoras.

"Se relaciona con cincuenta años de programas intensos y crecientemente destructivos para comprender y controlar la atmósfera superior. Sería precipitado no asociar HAARP con la construcción del laboratorio espacial que está siendo planeado separadamente por los Estados Unidos. HAARP es parte integral de una larga historia de investigación y desarrollo espacial de naturaleza militar deliberada. Las implicaciones militares de la combinación de estos proyectos son alarmantes… La capacidad de la combinación HAARP/Spacelab/cohete espacial de producir cantidades muy grandes de energía, comparable a una bomba atómica, en cualquier parte de la tierra por medio de haces de láser y partículas, es aterradora".

Parece ser que son doce las patentes que forman la médula espinal del proyecto HAARP. Una de ellas, la número 4.686.605, del físico tejano Bernard Eastlund, que hace referencia a un "método y un equipo para cambiar una región de la atmósfera, ionosfera y/o magnetosfera", estuvo clasificada por orden expresa del gobierno durante todo un año. En realidad, el calentador ionosférico de Eastlund es diferente a otros conocidos hasta la fecha: la radiación de radiofrecuencias (RF) se concentra y enfoca en un punto de la ionosfera, consiguiendo proyectar una cantidad de energía sin precedentes, que puede alcanzar hasta los 10 gigavatios. La enorme diferencia de potencial generada (dicen Begich y Manning) podría cambiar e incluso desplazar la ionosfera, provocando un caos total en las comunicaciones de la tierra, tanto terrestres como marítimas. Así como destruir misiles o aviones, cambiar las condiciones atmosféricas al modificar la absorción de los rayos solares y aumentar las concentraciones de ozono, nitrógeno e incluso afectar negativamente al cerebro.
Sin embargo, éstas no son las implicaciones más peligrosas del HAARP. Hay otras muchas mas graves todavía.
En este sentido, Beguich afirma que, con relación al proyecto, existe un informe sobre el desarrollo de un sistema capaz de manipular y trastornar los procesos mentales humanos mediante la radiación pulsada de frecuencias de radio sobre extensas zonas geográficas. El material más completo sobre esta tecnología se encuentra en los escritos de Zbigniew Brzezinski, ex Consejero de Seguridad Nacional con el presidente Carter y con J.F. Mac Donald, consejero científico del presidente Johnson. En ellos se informa sobre el uso de los transmisores de energía para la guerra física y medio-ambiental, y sobre como pueden afectar negativamente a la salud y el pensamiento humano. Otro de los documentos descubiertos por Beguich pertenece a la Cruz Roja Internacional, y en él, este organismo advierte de los efectos perniciosos de la energía radiada. Incluso deja constancia de las bandas de frecuencia que generan estos efectos, que (¿casualmente?) ¡…se corresponde con las gamas que puede transmitir el HAARP.

El proyecto será probablemente "vendido" al público como un escudo espacial contra la entrada de armas al territorio nacional o, para los más ingenuos, como un sistema para reparar la capa de ozono.
Estamos hablando del arma final indiscutible, el arma por el que el departamento de defensa de los EEUU apuesta sin remisión, el propio creador del proyecto Bernard Eastlund reconoce que su proyecto podría cambiar también el clima de la tierra, si HAARP operase al 100% podría crear anomalías climatológicas sobre ambos hemisferios con el peligro que conllevaría tal actuación, hay evidencias científicas recientes que sugieren que HAARP tiene la capacidad de desarrollar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos, serán casualidad algunos de los terribles fenómenos que ha vivido el planeta en esta pasado año 2005, es un tema a seguir por la importancia y peligrosidad de dicho proyecto y que a quien le corresponde como la ONU o los Gobiernos Nacionales de muchos países no deberían de exigir información detallada de dicho proyecto, la comunidad científica internacional ya ha avisado del peligro de dicho proyecto en manos militares y es preciso no perder de vista este enigmático proyecto que de momento es muy desconocido por la mayoría de personas de la calle ajenas al HAARP, de hecho ya hay científicos que vinculan a HAARP con muchos fenómenos ocurridos estos últimos años.

También destacar que en el año 1977 se firmó un tratado, la convención ENMOD que prohíbe expresamente el desarrollo de armas que puedan interferir o cambiar el clima, el hecho de que ya hace años se hablara de este tipo de armamentos indica que este proyecto no es de ciencia ficción, creo que en un futuro tendremos que ir familiarizándonos cada vez mas con estas siglas HAARP y habrá que ir siguiendo la extensa bibliografía existente sobre este tema en Internet, pero creo que a nivel oficial y de medios de comunicación el tema es tabú ya que de momento casi nadie se atreve a lanzar el tema a niveles de gran público, los militares están callados, los meteorólogos de momento quizás debido al oscurantismo y falta de información concreta no se atreven a tocar el tema en profundidad y la sociedad y organizaciones varias de ecologistas y defensores del medio ambiente no dicen nada, esta más preocupada con el protocolo de Kyoto, recomiendo buscar y leer en Internet la gran información que existe de este tema en multitud de idiomas.


Fuentes:
http://www.meteored.com/ram/numero12/haarp.asp

http://www.meteored.com/ram/2487/el-proyecto-haarp/

Página web del proyecto HAARP
http://www.haarp.alaska.edu/

Proyecto ruso SURA:
http://www.meteored.com/ram/8668/armas-meteorolgicas-el-proyecto-ruso-sura-la-contrapartida-de-haarp/

viernes, 26 de febrero de 2010

A bancar a Cristina contra los apátridas

La sesión de ayer

Año 1999, el zorro pierde el pelo pero no las mañas

Por Tomás - http://www.burbujascondetergente.blogspot.com/

1. Hay que normalizar la discusión política, en especial la parlamentaria. "En los países serios" lo que algunos denominan escribanía se llama disciplina partidaria: hay disciplina en el kirchnerismo y hay disciplina en la Coalición Cívica. Y es una virtud del sistema político, en momentos de tanta personalización política en el mundo, que los legisladores respondan a los partidos por los que fueron elegidos. Uno puede preocuparse por la pobre autonomía del legislador, y formar un kiosco legislativo que se llame, no sé, Autodeterminación y Libertad, y ahí el buen congresal es un sujeto libre de toda atadura e incapaz de mover la aguja parlamentaria un centímetro; o preocuparse por la gobernabilidad y entender que un sistema presidencialista con disciplina partidaria es muchísimo más saludable, evitando la compra sistemática de legisladores en tanto que individuos (pongan corrupción en el Senado de Brasil en google y me cuentan). La disciplina partidaria se logra repartiendo incentivos ideológicos y materiales -regla uno del análisis institucionalista-: esto es, hay que ne-go-ciar. Y la negociación política es el acto democrático por excelencia.

2. Está bien tratar de ser original en el análisis político, pero no vale hacer analogías de todo con todo (¡colegio de politólogos Escriba!, ja). Decir que lo que hizo Pichetto ayer fue "llevarse la pelota cuando iba ganando", es una explicación pavota. Pichetto negoció contra la presunción de 37 diputados y resulta que había 36. Si negocio porque voy perdiendo y resulta que no me podés ganar, es normal que los términos de esa negociación se quiebren.

3. Nota de color I. El compañero Julio César Cobos levantó la sesión cuando se retiró el Frente para la Victoria. Hay que volver a leer el reglamento: se puede sesionar sin quórum, amigazo.

4. Anoche ganaron dos tipos: Pichetto y Menem. Descartada una negociación del kirchnerismo con Menem, la explicación es simple: al tipo lo ningunearon desde el Peronismo Federal-porque es difícil mostrarse con Carlos hoy- y se las cobró. Esto deja un antecedente bastante malo: todo legislador de la oposición es, hoy, un veto player; o sea, cada uno de los 37 legisladores que dicen tener puede, eventualmente, parar la pelota para volver a negociar. Pichetto iba a perder ayer, y perderá el miércoles próximo cuando Carlos Menem se sume finalmente al bloque republicano. Está perfecto, todos los votos valen uno, y espero que en términos de análisis institucional eso se entienda para todas las votaciones en el Congreso. Para todas. Lo que logró conseguir Pichetto no fue tiempo, sino evidenciar la fragilidad de ese bloque. Y, aún más, una breve victoria ideológica: yo quiero ver ahora a la Coalición Cívica o a Luis Juez festejar una victoria sobre el Gobierno con el quórum de Carlos Menem. ¿Cómo era lo del menemismo con Derechos Humanos? Lo que ganó Pichetto fue que ese bloque pague los costos de tener hacia adentro tipos mal vistos por la opinión pública. Les complicó el relato: hay que hablar de republicanismos y escribanías con Menem adentro, eh.

5. Es tan válido institucional y políticamente, que ayer se haya retirado el Frente Para la Victoria, como que la oposición se haya levantado durante la discusión por la ley de medios. Normalizar el debate implica no festejar lo de ayer como un golazo, ni llorisquear porque la oposición use una herramienta igualmente válida. Es parte de una negociación política racional, o como dijo Miguel Ángel Pichetto ayer, "una cuestión matemática".

6. Nota de color II: si yo fuera Sanz o Morales, le pediría amablemente a Luis Juez que deje el disfraz de payaso, con onda, en la puerta del Senado. Sin entrar en juicios sobre Carlos Menem, ayer Luis Juez dijo que "no llegó porque no le arrancó la Ferrari". Ver el punto 4: el bloque opositor es más endeble, y cualquier rispidez lo rompe. Lejos de mí está volcar más leños hacia el fuego, pero atención: romper una mayoría legislativa por un jetón que cuenta chistes, y no se banca su propia alianza política, es una estupidez enorme.

7. Posiblemente el miércoles que viene la oposición ya tenga el quórum propio y los votos. No será la primera vez en la historia del país que exista un gobierno dividido, es decir, un Ejecutivo que no controle mayoría en ámbas cámaras. Un gobierno dividido es un gobierno efectivamente más débil y es un problema básico del sistema presidencialista: el bloqueo de las leyes y las herramientas del Ejecutivo para gobernar sin él. En términos constitucionales, el presidencialismo argentino es fuerte -respecto de otros países latinoamericanos- por disponer de la capacidad de dictar decretos de necesidad y urgencia, por requerir una amplia mayoría para bajarlos en el Congreso, y por el poder de veto y la capacidad de promulgar parcialmente una ley del Congreso. Sin embargo, la fortaleza de un gobierno no se puede medir solamente en sus facultades constitucionales, y ahí entra en juego la relación de fuerzas y el escenario político. Se podrían decir muchas cosas acá, pero lo cierto es que dependerá de la capacidad de unos y otros para conseguir mayorías legislativas, y mientras eso no suceda habrá un Congreso paralizado (porque existe la posibilidad de requerirle mayoría especial, desde el Ejecutivo, para insistir sobre un proyecto de ley). Hay que tener mucha cintura para hacer política sin el Congreso.

8. Existe una seria posibilidad de que lo que pasó ayer en el Congreso no le mueva un pelo al 90% de la población.

Cuando la esperanza es Menem

Por Carlos Benítez - Revista Zoom

Carlos Menem iba a ser el senador número 37 de la oposición en su afán por arrebatarle al kirchnerismo el control de la Cámara alta.

Iba.

Si la noche del no positivo de Cobos, el oficialismo arañó aquel inútil y provisorio empate sumando el voto del horrible Ramón Saadi, en la tarde de ayer el republicanismo opositor pareció cederle lugar a un pragmatismo de narices fruncidas pero tolerantes para salir a ventilar por todos los medios que tenían quórum propio gracias al voto 37 del Carlos.

El riesgo de jugar al pícaro y reducir la cosa a sumas y restas, privando espacio a la negociación, es encontrar a otro más pícaro que uno. Menem no fue al Senado, el oficialismo dio quórum, consiguió que Pampuro retuviera la presidencia del cuerpo, y se levantó dejando 36 senadores con las ganas, sin poder sesionar para tomar control de las comisiones.

En otros tiempos de mieles mediáticas, Clarín hubiese titulado críticamente que una oposición rejuntada apelara a la mano levantada del impresentable turco. Hoy, en medio de la pelea feroz con los Kirchner, habla de "maniobra K" para evitar una derrota.

Veremos cómo hacen para justificar la suspicacia de un acuerdo Menem-K sin hablar antes del acuerdo Menem-anti K.

Lo cierto es que la movida de radicales y peronistas disidentes dependía de Menem. Ni más ni menos. Su ausencia, como señala perfil.com, terminó "apagando la llama de esperanza que la oposición depositaba en el ex presidente riojano."

Esta historia continuará. El lunes, la apertura de sesiones con el discurso de la Presidenta agregará un nuevo capítulo. Mientras, con el faltazo del Carlos, el oficialismo ganó tiempo y una chance más de barajar y dar de nuevo.

En cualquier caso, se mire del bando que se mire, cuando la esperanza es Menem, algo me dice que nos está tapando el agua.

jueves, 25 de febrero de 2010

miércoles, 24 de febrero de 2010

Verna: dos veces traidor

[Movimiento Evita - La Pampa] Hoy en el Congreso de la Nación los senadores nombraron las nuevas autoridades, y previo acuerdo quedó conformada por el senador bonaerense, José Pampuro, que fue reelecto por unanimidad en la sesión preparatoria como presidente provisional del Senado.
En tanto, el radical pampeano Juan Carlos Marino fue designado nuevo vicepresidente de la Cámara; mientras que el peronista salteño Juan Carlos Romero será el Vicepresidente Primero; y el justicialista por San Juan, José Basualdo, Vicepresidente Segundo.

Cuando los legisladores de la Cámara alta debían decidir la composición y autoridades de las 25 comisiones que componen el Senado, y frente al intento de cogobernar para cooptar todas las medidas del Ejecutivo los senadores del Frente de la Victoria se levantaron de sus bancas y no dieron quórum.

Dos hechos singulares han quedado en claro, ante la ausencia del senador por La Rioja, Carlos Saúl Menen, nunca existió el acta con las 37 firmas que les garantizaba mayoría a la oposición; por lo tanto toda la información difundida y multiplicada por los medios afines fue una flagrante mentira; ese es el estado de situación que nos proponen los defensores de las instituciones.
Y la otra corresponde al plano local, ante la decisión de Verna e Higonet de sumarse a la jugada errónea de los opositores quedaron más que pedaleando en el aire. La pregunta es de qué se van a disfrazar cuando regresen a la provincia los dos traidores del peronismo y tengan que rendirle cuentas a los afiliados.

Consideramos que en las condiciones actuales, y como viene afectando la crisis en el resto del mundo, los trabajadores no querrán volver a perder posiciones en la disputa por el salario y mucho menos las condiciones cada más ventajosas de trabajo. El ejemplo más claro que se contrapone a esta situación es cuando el senador Verna tranzó durante la presidencia del inútil de la Rúa y avaló la Ley de flexibilización laboral (la famosa compra de voluntades a través de la Banelco de Flamarique); y de nuevo lo hizo ahora, fue en contra de las políticas populares, en connivencia con la senadora Higonet, negoció liderar una comisión y, además, se sumó al grupo que defiende los intereses económicos de las corporaciones.
Ya lo hemos dicho, que se atenga a las consecuencias por sus especulaciones; a mediados del 2008 abandonó a su suerte al Partido Justicialista y no asumió la responsabilidad política cuando destituyeron al ex-intendente Tierno; en consecuencia no tiene autoridad moral para señalar ni conducir a nadie. Es hora de que se funde su partido propio, el de la "financiera Verna", y se vaya; es indigno de la memoria de Juan Domingo Perón y Evita, y más todavía de cada uno de los compañeros que dieron la vida por el peronismo.

Verna guardó silencio respecto al caso Redrado y cuando las organizaciones sociales le pidieron que se expida, pero su actitud es tal cual lo advertía nuestra compañera Evita: "la traición anida en la sombra". El senador sólo opinó cuando creía que la Unión Democrática Siglo XXI tenía a todos los pingos en la cancha, pero como la única verdad es la realidad, el cálculo les falló e hicieron un grotesco; es que el padre putativo del neoliberalismo no arribó nunca a Buenos Aires.

Tanto el Ing. Carlos Alberto Verna como la Ing. María de los Ángeles Higonet, no se deben olvidar lo que sentenciara nuestra capitana: "sobre las cenizas de los traidores construiremos la Patria de los humildes".

martes, 23 de febrero de 2010

lunes, 22 de febrero de 2010

El Odio

Por Eduardo Aliverti - Página 12 - 22 de febrero de 2010

Sí, el tema de estas líneas es el odio. Planteado así, de manera tan seca y contundente, quizás y ante todo deba reconocerse que es más propio de cientistas sociales que de un simple periodista u opinólogo. Pero, precisamente porque uno es esto último, registra que su razonamiento respecto del clima político y social de la Argentina desemboca en algo que ya excede a la mera observación periodística.

Hay –es probable– una única cosa con la que muy difícilmente no nos pongamos todos de acuerdo, si se parte de una básica honestidad intelectual. Con cuantos méritos y deficiencias quieran reconocérsele e imputarle, desde 2003 el kirchnerismo reintrodujo el valor de la política, como ámbito en el que decidir la economía y como herramienta para poner en discusión los dogmas impuestos por el neoliberalismo. Ambos dispositivos habían desaparecido casi desde el mismo comienzo del menemismo, continuaron evaporados durante la gestión de la Alianza y, obviamente, el interregno del Padrino no estaba en actitud ni aptitud para alterarlos. Fueron trece años o más (si se toman los últimos del gobierno de Alfonsín, cuando quedó al arbitrio de las "fuerzas del mercado") de un vaciamiento político portentoso. El país fue rematado bajo las leyes del Consenso de Washington y la rata, con una audacia que es menester admitirle, se limitó a aplicar el ordenamiento que, por cierto, estaba en línea con la corriente mundial. También de la mano con algunos aires de cambio en ese estándar, y así se concediera que no quedaba otra chance tras la devastación, la etapa arrancada hace siete años volvió a familiarizarnos con algunos de los significados que se creían prehistóricos: intervención del Estado en la economía a efectos de ciertas reparaciones sociales; apuesta al mercado interno como motor o batería de los negocios; reactivación industrial; firmeza en las relaciones con varios de los núcleos duros del establishment. Y a esa suma hay que agregar algo a lo cual, como adelanto de alguna hipótesis, parecería que debe dársele una relevancia enorme. Son las acciones y gestos en el escenario definido como estrictamente político, desde un lugar de recategorización simbólica: impulso de los juicios a los genocidas; transformación de la Corte Suprema; enfriamiento subrayado con la cúpula de la Iglesia Católica; Madres y Abuelas resaltadas como orgullo nacional y entrando a la Casa Rosada antes que los CEO de las multinacionales; militancia de los '70 en posiciones de poder. En definitiva, y –para ampliar– aun cuando se otorgara que este bagaje provino de circunstancias de época, sobreactuaciones, conciencia culposa o cuanto quisiera argüirse para restarles cualidades a sus ejecutores, nadie, con sinceridad, puede refutar que se trató de un "reingreso" de la política. Las grandes patronales de la economía ya no eran lo único habilitado para decir y mandar. Hasta acá llegamos. Adelante de esta coincidencia que a derecha e izquierda podría presumirse generalizada, no hay ninguna otra. Se pudre todo. Pero se pudre de dos formas diferentes. Una que podría considerarse "natural". Y otra que es el motivo de nuestros desvelos. O bien, de una ratificación que no quisiéramos encontrar.

La primera nace en el entendimiento de la política como un espacio de disputa de intereses y necesidades de clase y sector. Por lo tanto, es un terreno de conflicto permanente, que ondula entre la crispación y la tranquilidad relativa según sean el volumen y la calidad de los actores que forcejean. Este Gobierno, está claro, afectó algunos intereses muy importantes. Seguramente menos que los aspirables desde una perspectiva de izquierda clásica, pero eso no invalida lo anterior. Tres de esos enfrentamientos en particular, debido al tamaño de los bandos conmovidos, representan un quiebre fatal en el modo con que la clase dominante visualiza al oficialismo. Las retenciones agropecuarias, la reestatización del sistema jubilatorio y la ley de medios audiovisuales. Ese combo aunó la furia. Una mano en el bolsillo del "campo"; otra en uno de los negociados públicos más espeluznantes que sobrevivían de los ’90, y otra en el del grupo comunicacional más grande del país, con el bonus track de haberle quitado la televisación del fútbol. De vuelta: no vienen al caso las motivaciones que el kirchnerismo tenga o haya tenido y no por no ser apasionante y hasta necesario discutirlas, sino porque no son aquí el objeto de estudio. Es irrebatible que ese trío de medidas –y algunas acompañantes– desató sobre el Gobierno el ataque más fanático de que se tenga memoria. Hay que retroceder hasta el segundo mandato de Perón, o al de Illia, para encontrar –tal vez– algo semejante. Potenciados por el papel aplastante que adquirieron, los medios de comunicación son un vehículo primordial de esa ira. El firmante confiesa que sólo la obligación profesional lo mueve a continuar prestando atención puntillosa a la mayoría de los diarios, programas radiofónicos, noticieros televisivos. No es ya una cuestión de intolerancia ideológica sino de repugnancia, literalmente, por la impudicia con que se tergiversa la información, con que se inventa, con que se apela a cualquier recurso, con que se bastardea a la actividad periodística hasta el punto de sentir vergüenza ajena. Todo abonado, claro está, por el hecho de que uno pertenece a este ambiente hace ya muchos años, y entonces conoce los bueyes y no puede creer, no quiere creer, que caigan tan bajo colegas que hasta ayer nomás abrevaban en el ideario de la rigurosidad profesional. Ni siquiera hablamos de que eran progresistas. La semana pasada se pudo leer que los K son susceptibles de ser comparados con Galtieri. Se pudo escuchar que hay olor a 2001. Hay un límite, carajo, para seguir afirmando lo que el interés del medio requiere. Gente de renombre, además, que no se va a quedar sin trabajo. Gente –no toda, desde ya– de la que uno sabe que no piensa políticamente lo que está diciendo, a menos que haya mentido toda su vida.

Sin embargo, más allá de estas disquisiciones, todavía estamos en el campo de batalla "natural" de la lucha política; es decir, aquel en el que la profundidad o percepción de unas medidas gubernamentales, y del tono oficialista en general, dividieron las aguas con virulencia. Son colisiones con saña entre factores de poder, los grandes medios forman parte implícita de la oposición (como alternativamente ocurre en casi todo el mundo) y no habría de qué asombrarse ni temer. Pero las cosas se complican cuando nos salimos de la esfera de esos tanques chocadores, y pasamos a lo que el convencionalismo denomina "la gente" común. Y específicamente la clase media, no sólo de Buenos Aires, cuyas vastas porciones –junto con muchas populares del conurbano bonaerense– fueron las que el 28-J produjeron la derrota electoral del kirchnerismo. ¿Hay sincronía entre la situación económica de los sectores medios y su bronca ya pareciera que crónica? Por fuera de la escalada inflacionaria de las últimas semanas, tanto en el repaso del total de la gestión como de la coyuntura, los números dan a favor. En cotejo con lo que ocurría en 2003, cuando calculado en ingresos de bolsillo pasó a ser pobre el 50 por ciento del país, o con las marquesinas de esta temporada veraniega, en la que se batieron todos los records de movimiento turístico y consumo, suena inconcebible que el grueso de la clase media pueda decir que está peor o que le va decididamente mal. Pero eso sería lo que en buena medida expresaron las urnas, y lo que en forma monotemática señalan los medios.

Veamos las graduaciones con que se manifiesta ese disconformismo. Porque podría conferirse la licencia de que, justamente por ir mejor las cosas en lo económico, la "gente" se permite atender otros aspectos en los que el oficialismo queda muy mal parado, o apto para las acusaciones. Ya se sabe: autoritarismo, sospechas de corrupción, desprecio por el consenso, ausencia de vocación federalista, capitalismo de amigotes y tanto más por el estilo. Nada distinto, sin ir más lejos, a lo que recién sobre su final se le endilgó a Menem y su harén de mafiosos. ¿Qué habrá sucedido para que, de aquel tiempo a hoy, y a escalas tan similares de bonanza económica real o presunta, éstos sean el Gobierno montonero, la puta guerrillera, la grasa que se enchastra de maquillaje, los blogs rebosantes de felicidad por la carótida de Kirchner, los ladrones de Santa Cruz, la degenerada que usa carteras de 5 mil dólares, la instalación mediática de que no llegan al 2011, el olor al 2001, el uso del avión presidencial para viajes particulares? ¿Cómo es que la avispa de uno sirvió para que se cagaran todos de la risa y las cirugías de la otra son el símbolo de a qué se dedica esta yegua mientras el campo se nos muere? ¿Cómo es que cuando perpetraron el desfalco de la jubilación privada nos habíamos alineado con la modernidad, y cuando se volvió al Estado es para que estos chorros sigan comprándose El Calafate? Pero sobre todo, ¿cómo es que todo eso lo dice tanta gente a la que en plata le va mejor?

Uno sospecharía principalmente de los medios. De sus maniobras. De que es un escenario que montan. Pues no. Por mucho que haya de eso, de lo que en verdad sospecha es de que el odio generado en las clases altas, por la afectación de algunos de sus símbolos intocables, ha reinstalado entre la media el temor de que todo se vaya al diablo y pueda perder algunas de las parcelas pequebú que se le terminaron yendo irremediablemente ahí, al diablo, cada vez que gobernaron los tipos a los que les hace el coro.

Debería ser increíble, pero más de 50 años después parece que volvió el "Viva el Cáncer" con que los antepasados de estos miserables festejaron la muerte de Eva.

viernes, 19 de febrero de 2010

viernes, 12 de febrero de 2010

miércoles, 10 de febrero de 2010

Las tesis del odio

Por María Pía López - Página 12 - 10 de febrero de 2010

Pocas frases han expresado tanto odio como aquel "¡viva el cáncer!" que manos anónimas pintaron en un muro, cuando una mujer joven agonizaba en Recoleta. Pocas acciones han sido tan cruentas como el bombardeo a la Plaza de Mayo por aviones de las fuerzas armadas golpistas. El objeto de ese odio, verbal y armado, fue el peronismo. Que ha mutado mucho, sin dudas. Que ha sido el partido plebeyo y también el gestor de la reconversión neoliberal, que ha sido el partido del pacto militar pero también en su última curvatura el de los derechos humanos. Pero no ha mutado su condición de superficie receptora de odios profundos, explícitos, impúdicos, racistas. El graffiti que en los '50 festejaba la muerte de esa mujer por una enfermedad corrosiva se multiplicó en los blogs de los diarios como anhelo ante la operación de urgencia de Néstor Kirchner.

Hay quienes dicen que en esta estación del peronismo, como en las primeras, despierta odios por sus virtudes. Sin dudas es así en amplias porciones de los sectores dominantes, en los núcleos ideologizados de las Fuerzas Armadas, en las corporaciones mediáticas. ¿O no son los medios las usinas insaciables de la ferocidad? ¿No es allí, aun más que en las conspiraciones de la Unión Industrial, donde se agitan los equipos de la destitución, munidos de carpetas y de astucia para titular? ¿Se distancian los comentarios agresivos de los lectores del título con que un diario, en su edición digital, anuncia el intento de extremaunción al ex presidente? En los subterráneos del odio, las almas se enlazan y las escrituras se reconocen.

Pero es más difícil explicar el desdén de los sectores medios o las iras populares. O más aún: las tirrias de los grupos progresistas. Dificilísimo explicar eso si pensamos en la secuencia de medidas de gobierno tomadas desde el 2003 para aquí. No es necesario nombrarlas una vez más, apenas recordar que son medidas reparatorias y de justicia y que benefician a amplias capas de la población. Incluso los que señalan lo que falta –como, por ejemplo, una política de recursos naturales– no deberían privarse de ver lo efectivamente desplegado. Y sin embargo lo hacen. Hay un odio abonado por izquierda, que se sustenta en el desmerecimiento de todas las medidas de gobierno en nombre de la hipótesis de la impostura.

En esa narrativa, el grupo gobernante tendría intereses oscuros, que para ser realizados requerirían una mascarada ideológica. Entonces, se encarcelarían militares o se articularían políticas con los organismos de derechos humanos para ocultar lo que verdaderamente interesa a los impostores: la entrega del petróleo. La tesis es débil y sin embargo funciona e impregna muchas de las reacciones airadas y los despechos que tratan la gestión gubernamental. De ese modo, al Gobierno que en más sentidos ha producido rupturas con los años '90, se lo puede nombrar como un nuevo menemismo. Incluso por personas beneficiadas social y económicamente por esas políticas de ruptura.

Si la imagen de la impostura funciona, si es el comodín que se esgrime ante cada situación, es porque registra desde la mala fe algo que constituye a este momento político: la coexistencia de dimensiones heterogéneas y conflictivas. La apuesta transformadora en las políticas y la constitución de elencos funcionariales que hicieron sus pininos en el neoliberalismo. Las políticas reparatorias de la pobreza y la desconsideración de la inflación mediante el cambio de las mediciones del Indec. La inteligencia para comprender la conflictividad social y el economicismo con el cual se piensa la recomposición de las organizaciones populares. Una valoración discursiva de las insurgencias pasadas y un realismo empresarial para organizar las inversiones presentes. Se juegan valores diferentes y sensibilidades contradictorias. La tesis de la impostura juzga esa heterogeneidad con la idea de simulación o con la chatura de la máscara, cuando más bien corresponden a efectivas contradicciones.

La conjunción entre el odio y esa hipótesis del enmascaramiento corroe todo consenso sobre los actos de gobierno. Ante las medidas más profundas gritan que se trata de la caja. Y en el imaginario social se activa el juego de las asociaciones que terminan en la idea de que "caja" es el nombre del financiamiento indecible de la política o el acopio millonario de los políticos. No se desarma esa fuerza invirtiendo la negación y viendo la verdad en una sola de las series. Porque no es cuestión de montajes. Sino de extraer las consecuencias políticas que tiene una conjunción de elementos contradictorios. Allí, la verdad de nuestra época. También su futuro.

La tesis de la impostura enfatiza la herencia de los '90. Se hace cargo del cinismo frente a la política y de la desconfianza en la vida pública. El razonamiento despolitizador que ha primado, no sin bases ciertas, en las últimas décadas es que todo es mercado, por lo tanto aquel que no hable explicitando su condición de agente de intercambios sólo enmascara su condición o quiere hacer pingües negocios mediante el ocultamiento. En estos últimos años ha habido fuertes intentos de recomponer otra idea de la política, pero esos intentos no han perforado los núcleos poderosos de la desazón social. Que, al contrario, han sido y son alimentados no sólo por una poderosa maquinaria cultural y mediática, sino también por la persistencia de negocios privadas por parte de hombres de Gobierno.

Quizá por no terminar de percibir que, como nunca antes, el futuro político del país no depende sólo de la expansión de la economía, sino de la conformación de un entramado cultural, de la disputa por los consensos y la expansión de una serie de valores que se encarnen en las mayorías. En la interpretación de los hechos, en la conformación de una narración que los contenga, los explique, los trate con las palabras adecuadas –y no con aquellas que, por provenir de otras experiencias, les quedan como disfraces– se juega el destino de esos hechos.

Socióloga, ensayista, docente de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

martes, 9 de febrero de 2010

sábado, 6 de febrero de 2010

viernes, 5 de febrero de 2010

Julio Piumato opina...

Hacé click en el "Colorado" y leé el artículo

Ahora sí vamos por el cambio

Mercedes Marcó del Pont, presidenta del BCRA, con un perfil desarrollista apostará a que esa entidad lleve adelante políticas económicas que impulsen la inversión en emprendimientos productivos.
Es la hora de los cambios profundos, no sólo de la Carta Orgánica del BCRA sino también de la Ley de Entidades Financieras, que es otra herencia de la dictadura; y sí la oposición, encabezada por los lenguaraces radicales como Morales y Sanz, dijeron durante el conflicto con Redrado que lo apoyaban porque defendían las reservas, es decir los ahorros de los trabajadores argentinos, si ahora se oponen a modificar esa ley quedará más que claro que son operadores de las corporaciones económicas. La toma de posición de algunos de estos "representantes" del pueblo, cuando se amotinó el Golden Boy, fue tan sólo un relato para sacar rédito político. No les importan los cambios profundos del país.
Nosotros sí, con Cristina, con Néstor, y la militancia del Proyecto Nacional y Popular, vamos por más.