martes, 3 de noviembre de 2009

La SIP, simplemente una patronal de medios


APM

Los negocios de prensa y comunicación de Scott C. Schurz y Enrique Santos Calderón hablan por sí solos. Pascual Serrano recuerda que la SIP está más preocupada por Venezuela y Argentina que por los asesinatos de periodistas en Colombia y México.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) no es un organismo representante de la defensa de la libertad de expresión; es una patronal de medios, dijo el periodista español Pascual Serrano. Egresado de la Universidad Complutense de Madrid, cofundador de la publicación electrónica Rebelión y autor de viarios libros especializados, entre ellos "Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo", Serrano consideró "legítimo que los dueños de grandes medios de comunicación americanos se agrupen para defender su intereses". "Lo que no es aceptable es presentar esos intereses como libertad de expresión", dijo en entrevista con APM. "La libertad de expresión y el derecho a la información muchas veces están limitadas y amenazadas por los intereses corporativos de quienes ostentan el oligopolio de los medios de comunicación. No lo digo yo, hasta el informe McBride de la UNESCO lo denunció hace décadas", sentenció el colega español. La SIP es un organismo privado que funciona desde 1942 y representa a las empresas propietarias de medios de comunicación del continente americano. Según la información corporativa de la propia entidad, la dirección de la organización está a cargo de su Presidente Honorario Vitalicio, Scott C. Schurz , del Herald-Times Bloomington, de Estados Unidos, seguido por el Vice Presidente, Enrique Santos Calderón, de El Tiempo de Bogotá, Colombia. Scott Schurz, representa al consorcio Schurz Communications Inc., de Indiana. Esta compañía publica once diarios y periódicos semanales con una circulación combinada de casi 225.000 ejemplares. También cuenta con diez estaciones de televisión, posee trece estaciones de radio y opera otras tres, dos compañías de cable, un directorio telefónico y una compañía de impresión. Todos estos negocios abarcan los estados de Alaska, Arizona, California, Florida, Georgia, Indiana, Kansas, Kentucky, Maryland, Michigan, Missouri, Pennsylvania, Dakota del Sur, y Virginia, de Estados Unidos. Enrique Santos Calderón -y la familia Santos en general- controla el principal diario colombiano y el único de circulación nacional. Preside el grupo periodístico Casa Editorial El Tiempo. Asimismo, es propietario del tercer canal de televisión de Colombia, City TV, de cadenas de cine, de innumerables portales de Internet y posee el 48 por ciento de la Revista Cambio. Comparte con la familia Pastrana y los grupos Santo Domingo y Ardila Lulle la propiedad de TV Cable Bogotá (la mayor empresa de servicios de televisión por suscripción en Colombia). Dos miembros de la familia Santos forman parte del gobierno de Álvaro Uribe . Francisco Santos Calderón, como vicepresidente, y su primo Juan Manuel Santos Calderón, hasta hace poco ministro de Defensa, quien se ha hecho famoso al ofrecer recompensas a quienes asesinen jefes guerrilleros. En los dos últimos años, la SIP organizó sus Asambleas Generales y las denominadas reuniones del año en Venezuela y Argentina respectivamente, ambos países agredidos por las patronales mediáticas en nombre de la "libertad de prensa". La SIP se ha mantenido al margen de lo que ocurre en Honduras, nación centroamericana sometida a un reciente golpe de Estado y severas restricciones a lo medios, con ocupaciones militares y persecuciones. Tampoco se ha referido a Colombia, donde este año el gobierno de Álvaro Uribe fue interpelado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para responder algunos cuestionamientos en torno a la libertad de expresión. "Es perfectamente comprensible. La SIP confunde intereses empresariales con libertad de expresión, y cuándo peligran sus privilegios dicen que se viola esa libertad. Si en Argentina se legisla para terminar con las concesiones radioeléctricas de la dictadura se molestan, y si una dictadura como la de los golpistas hondureños entrega la televisión pública a un empresario, entonces eso les parece bien", apuntó Pascual Serrano. "Es como si una gran empresa de construcción de carreteras denunciara un ataque a la libertad de circulación de las personas si no le concediesen el contrato para la construcción de una autopista", ironizó el especialista español. En definitiva, la 65 Asamblea de la SIP que se desarrolla en Argentina no hace más que reflejar la tradición de esa entidad: defender los intereses de los monopolios periodísticos. Apunta contra la nueva ley de medios audiovisuales de Argentina, que se inscribe en los mejores principios y estándares internacionales en materia de libertad de expresión en serio.

La Declaración aprobada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en octubre de 2000, en su principio 12 establece que los monopolios u oligopolios en la radiodifusión afectan la democracia y restringe la libertad de expresión. Pascual Serrano señaló: "La SIP intenta asentar sus altavoces en lugares donde quiere fomentar el debate en favor de sus intereses, no donde la situación les resulta favorable. Esa entidad ha emitido más comunicados desde Venezuela, donde dice que peligra la libertad de expresión, que desde Colombia o México, donde han asesinado a más periodistas".

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