lunes, 2 de noviembre de 2009

El guarango y los ofendidos

por Marcelo Fernández Portillo

Las últimas dos décadas vieron parir una estirpe de periodistas deportivos que dan vergüenza. Estas nuevas camadas, engordadas en las incubadoras de TyC, FOX, ESPN, diario OLE. etc., han sido y son abiertamente venales, mercenarias, sin independencia de criterio, serviles y a la vez, soberbias. Unos mierdas, en resumen.

Están los más "jóvenes", como los Closs, los Pasman, los Souto, los Recondo, los Palacio (y siguen las firmas...); sumados a los "progre" que cuando estaban afuera del sistema despotricaban, pero cuando les tiraron un huesito, ahí fueron a lamerle la mano al nuevo patrón: los Bonadeo (devolvé el archivo de ATC que te afanaste, gordo bufarrón), los Verea (te hicieron cortar el pelo y poner saco, hippie trucho); más los "viejitos reloded": los Macaya (al que aún después de 25 años nadie le dijo que se dice "adversario" y NO "alversario"), Niembro (que la va de peronista y es un vigilante), Araujo (un boludo a cuerda, que regresó al "campo nac & pop").

Entonces, no nos debe sorprender nada de lo que pasó desde el final del partido hasta el final de la conferencia de prensa posterior al mismo. Diego estuvo desagradable, nada más alejado del rol de conductor y por momentos su discurso fue lamentable ("Dalma y Yani me decían quién fue el periodista más hijo de puta, quién fue el menos..."), ahora bien:

El periodismo deportivo ocupó su lugar y la siguió chupando. Luego de las groserías que, meditadamente y en calma, les propinó Diego en la conferencia (antes lo había hecho en caliente, en el campo de juego) los periodistas que presenciaron el hecho (entiéndase, los que regularmente siguen a la Selección y quienes fueron críticos del técnico y los jugadores en los últimos días) se quedaron callados. Ninguno atendió a su orgullo, TODOS esquivaron su dignidad. Nadie se levantó y pidió repeto... Bajaron la cabeza y se la siguieron chupando. Toti Pasman tampoco se hizo respetar, sino que vio un escenario propicio para su hambre de quilombo y pidió la palabra: "Ah... Pasman... vos también la tenés adentro"... Palabra de Dios... Te alabamos Señor, y la siguieron chupando, porque ahí tampoco saltó nadie, el Toti hizo lo suyo y al otro día desfiló por cuanto programa se lo solicitó. Bien ahí, misión amarilla cumplida.

Volvamos a la conferencia de prensa, Diego contesta a la pregunta del "amarillo" sobre el abrazo con Bilardo: "Y... que la sigan chupando"... Todos los periodistas presentes sabían perfectamente que Maradona está distanciado del Doc, pero bajaron la cabeza y se la siguieron chupando. Más tarde, cuando Pasman le preguntó sobre los dichos de Verón, Maradona salió con una humorada festejada con carcajadas por el resto de los presentes, que seguían chupando. Como se la vienen chupando desde hace treinta años, convirtiendo esta mamada en un verdadero récord... ¡1979 - 2009! Treinta Años Chupando! Y algún día Diego iba a acabar, y... les acabó en los dientes... fue tanta leche que los periodistas no pudieron hacer nada más que seguir chupando, en estado de éxtasis. Panqueques.

No me gustan los conductores desequilibrados ("conductor desequilibrado" es casi un oxímoron), pero menos me gustan los periodistas lacayos. Porque Maradona no será el conductor, pero en el 90, en un gesto de enorme dignidad, lo dejó de garpe, frente a todo el mundo (literalmente) al mismísimo hijo de mil putas de Havelange. Estos periodistas no fueron capaces, siquiera, de pedirle a un tipo desbordado que no los ofendiera. Entonces, que la sigan chupando.


PD: Ojo, también estoy de acuerdo con que los uruguayos le hayan gritado al Kun Agüero: "¡ comegordas !"·

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