martes, 29 de julio de 2008

Evita

Por Rita Pais
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Texto leído por la militante Rita Pais en el acto-homenaje a 56 años del fallecimiento de Eva Duarte, "Evita", el pasado sábado 26 de julio en el monumento ubicado en la intersección de la Ruta Nacional N° 5 y la Circunvalación.
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Porque no confío en mi memoria, pero mucha más desconfianza tengo en mi capacidad de oratoria, es que me tomo la atribución de leer.
Desconfío de mi memoria no porque la haya perdido, sino porque tal vez la emotividad y los nervios me traicionen.
Para mi suerte o desgracia, si hay una capacidad con que la vida decidió dotarme, es precisamente la memoria.
Las compañeras y compañeros decidieron darme hoy esta posibilidad y como mujer me siento honrada y mucho les agradezco.
Posibilidad que por primera vez sentí que no podía rechazar. Que debía aceptar esta oportunidad tal vez irrepetible, de manifestar públicamente mi profunda admiración hacia esta mujer que, con el correr de los años acrecienta nuestra valoración y respeto.
Y digo que la oportunidad tal vez sea irrepetible por el contexto, y desde el lugar que puedo hacerlo: desde la Militancia.
Militancia que como mi memoria, se empecina cada día en recordarme que éste es mi verdadero lugar de pertenencia.
Militancia de base en la que mucho tuvo que ver la figura ejemplificadora de Evita.
Evita como ejemplo de lucha, de perseverancia, de solidaridad, de renunciamiento.
"Porque la odiaban y la odian los biencomidos: por pobre, por mujer, por insolente..."
"Ella los desafiaba hablando y los ofendía viviendo"..., dice Eduardo Galeano.
Por eso Evita es también ejemplo de RESISTENCIA !!!
Y presiento que este acto de hoy tiene mucho de eso. De resistencia...
Porque además de ser un día de recordación y homenaje, quienes estamos acá sabemos que por fin hemos tomado la decisión de recuperar definitivamente ese espacio de pertenencia. Espacio que nunca debimos resignar ni mucho menos delegar: "Nuestra militancia partidaria".
Y cuando digo militancia partidaria me refiero a que "hemos tomado partido" por nuestras convicciones.
Hemos decidido reivindicar nuestra historia de lucha en defensa de una manera de vivir.
Hemos decidido juntarnos en este preciso lugar y en esta fecha, porque estamos fijando una posición. Una posición que nos diferencia del autoritarismo que jamás hemos aceptado ni aceptaremos.
Estamos tomando partido en defensa de nuestros legítimos derechos.
Estamos ratificando nuestro compromiso con la democracia que tanto nos costó conseguir y tanto nos cuesta transitar.
Y nos cuesta transitar porque hoy han vuelto a la carga en este bendito país, cegados por la prensa de absurdos argumentos, sectores de nuestra sociedad que mientras condenan "desde la palabra" la pobreza y la desigualdad, no dudan en instalar un clima destituyente que desprecia la legitimidad gubernamental y nos retrotrae a un pasado al que no estamos dispuestos a volver.
No estamos dispuestos a volver porque aceptarlo sería traicionar nuestras convicciones. Esas convicciones que nos permiten debatir ideas y tomar partido por un modelo de país con más justicia y mayor equidad en serio, no desde el discurso.
Convicciones también que nos permiten reconocer qué clase de personas y qué clase de valores tienen aquellos que conspiran con todo tipo de agresiones, mentiras y difamaciones contra nuestros gobiernos democráticos.
Convicciones que nos impulsan a plantear ACÁ, en nuestra provincia, la necesidad de recuperar ese espacio político peronista donde el debate nos reunía y nos permitía actuar colectivamente.
Y si lo reclamamos es porque lo hemos perdido. Lo hemos perdido en manos de personajes que no nos representan. Personajes a los que no les interesan nuestras reflexiones críticas, sino todo lo contrario. Desconocen nuestra militancia política y nuestra defensa de los derechos humanos, y si nos descuidamos nos apuntan como los enemigos de la democracia.
Por todo esto es que reivindicamos a Evita como ejemplo de lucha inclaudicable y resistencia.
Sobre todo nosotras, las mujeres militantes de este tiempo. Mujeres militantes fortalecidas como sujetas de ciudadanía, tanto en nuestra vida cotidiana como en la política y en el trabajo, a partir de uno de los primeros y principales logros: el voto femenino.
Voto femenino que nos permitió elegir y ser elegidas, y que ya todas sabemos quién lo logró.
Ese voto femenino que fue hito fundamental en la búsqueda permanente de la igualdad de oportunidades.
Que sentó las bases para la defensa de los derechos de la mujer. Derechos humanos que tienden a evitar toda forma de discriminación y de violencia de género.
Esa violencia de género que ya dejó de pertenecer al ámbito privado porque cuando existe, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad de poder entre los géneros.
Porque intenta perpetuar la subalternidad y desvalorización de la mujer, y porque nos sigue pidiendo respuestas tanto a la sociedad civil como al Estado.
Por eso repito, hoy estamos ratificando nuestro compromiso militante con Evita.
Porque ella nos abrió el camino que nos permite discernir de qué lado debemos estar definitivamente.
Y como ya decidimos de qué lado queremos estar, también apoyamos a nuestra compañera Presidenta.
Y lo hacemos porque compartimos el país en el que nos propone vivir.
Porque nos involucra y nos incluye a todos en un desafío apasionante.
El desafío apasionante de organizarnos para construir.
POR SIEMPRE EVITA!!!

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